La revisión inicia con ADAPTATIVAS, esas plantas que sobreviven y crecen en lugares inhóspitos del Centro Histórico de la ciudad. El mapeo por medio del documento fotográfico adquiere relevancia al registrar “in situ” los hábitats en donde permanecen y prosperan las tesoneras hojas, flores y raíces. Le sigue en el tiempo la convocatoria CAMINA SOBRE ELLA, en la cual Rafael invita a varios artistas a revisar la ciudad. De este llamado se desprende “El trabajo informal es propenso al ingenio”, que establece un paralelo entre los vendedores estacionarios de la calle y la adaptación de las plantas a un nicho de concreto; el trabajo informal por un lado y la supervivencia del reino vegetal por el otro, aparentemente van de la mano.

La ciudad se revisa a sí misma y en 2005 se desarrolla el encuentro internacional ¡CARTAGENA ABRE TUS OJOS! sobre Explotación Sexual Infantil y Turismo Sexual con Niños, Niñas y Adolescentes. MI PRIMERA VEZ, nace de un -taller de muñecas- con adolescentes del hogar Renacer y con esta obra el artista participa en la muestra colectiva en la ciudad de Cartagena. La siguen MARCA INDELEBLE en Medellín y DAMA DE COMPAÑÍA en Cali también con la participación de niñas, niños y jóvenes.

En el marco del Congreso Internacional de la Lengua Española realizado en 2007 surge un nuevo interés con la expresión oral. AGUANTANDO CABLE, trabajo que desarrolla y se torna en un proyecto que recoge términos del lenguaje popular en donde el artista puntualiza, a modo de diccionario, las necesidades básicas de los cartageneros en la jerga que expresa sus inquietudes económicas. A partir de allí, entre 2007 y 2016, realiza series de -obras textuales- con variantes temáticas en las ciudades de Villavicencio, Medellín, Pereira, Ipiales, San Andrés y finalmente en la Bienal de La Habana, Cuba.

En simultánea con la obra lingüística, Ortiz se adentra en el contexto social, en las comunidades vulnerables; este acompañamiento marcará gran parte de su producción hasta 2015. Con la Liga de Mujeres Desplazadas, dirige dos talleres de creación de los cuales surge ACCION URGENTE, que se exhibe en la emblemática muestra organizada por el Museo de Antioquia en 2008, “Destierro y reparación”. La obra se basa en un hecho: el incendio deliberado que dejó en brazas el espacio de reuniones que en palabras de las mujeres vulneradas era -el corazón de la organización-. Más tarde, con la población de Palenque de San Basilio,  USUNGULÉ que en lengua palenquera traduce “la admiración que despierta una persona por como baila, canta y camina”, produjo unos laboratorios de mediación/creación en 2007 y en 2010. Allí se consolida el primer calendario Afro en lengua de Palenque.

En términos de acción, ir “de un lado a otro” es arrancar de un sitio e irse; dirigirse hacia el lugar en donde van a suceder las cosas. Impulsado a veces por el azar, por encuentros inesperados o coyunturas durante procesos de formación de artistas y de públicos. Al igual que en la dirección o la gestión de proyectos dentro de las dinámicas impulsadas por el grupo MALDEOJO y que sucedieron en la región costera en esa década, entre 2005 y 2015. Rafael Ortiz hace eso: andar, y no solo de manera física recorriendo el territorio. Une los procedimientos creativos personales al contexto mientras se expone a un proceso de mestizaje cultural. De regreso a su lugar de trabajo aprovecha ese -input- que le trae el estar expuesto a situaciones genuinas y novedosas, vivencias que luego se materializan en proyectos, en obras que hablan o vinculan a otros. Es un engranaje creativo que se construye en el recorrido.

La exposición en la La Balsa Arte incluye una reflexión fotográfica con la reactivación de sus proyectos y que muestra la diversa producción formal y conceptual del artista. Al iniciar el año 2016,  Rafael Ortiz regresa a la pintura, luego de un receso de 10 años. Retoma un tema recurrente en los distintos desarrollos de su carrera: su interés por las plantas. El trabajo actual que cobija pinturas, dibujos y acuarelas se titula “ORQUideología”, en ecos de una particular alianza con el romanticismo del siglo XIX quizás por la inestabilidad de la razón en un mundo tan convulsionado como el de este comienzo del siglo veintiuno. La conclusión parecería ser que ante estos hechos, lo mejor es buscar hacia adentro, retornar -al cultivo del espíritu- y fomentar lazos fuertes y profundos que lo religuen al mundo natural. Pero la consigna secreta sigue siendo que el entorno y su complejidad se van moviendo hacia allí donde camine el artista, quien responde deambulando “de un lado a otro”, como bien se titula una pintura que acompaña la muestra más reciente.